Dificultad de aprendizaje, el Gran Cajón «desastre»

Dificultad de aprendizaje, el Gran Cajón «desastre»

Hemos podido comprobar, una vez más, que el alumnado con dificultades específicas del aprendizaje DEA  (dislexia, disortografía, disgrafía y discalculia) sigue siendo el colectivo con menos dedicación estadística de todos los que se engloban en el INFORME SOBRE EL ESTADO Y SITUACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO EN ANDALUCÍA 2017

Desde hace varios años venimos quejándonos desde la FEDANDIS (Federación Andaluza de Dislexia) la falta de datos por parte de la Consejería de Educación respecto al censo del alumnado recogidos en Séneca con Dislexia u otra dificultades del aprendizaje como puede ser la discalculia, la disgrafía o la disortografía, haciendo gran hincapié en la necesita de que estos alumnos y alumnas sean censados de modo específico con su dificultad y no como actualmente se hace en el apartado «dificultad de la lectura y dislexia» ya que no es un término correcto puesto que la dificultad en la adquisición de la lectura puede ser subsanada, pero la dislexia es persistente durante toda la vida de la persona disléxica.

 

 

Según podemos comprobar en dicho informe se considera que el ALUMNADO CON DIFICULTADES DE APRENDIZAJE es aquel que requiere, por un periodo de escolarización o a lo largo de toda ella, una atención educativa diferente a la ordinaria por presentar desórdenes significativos en los procesos cognitivos básicos implicados en los procesos de aprendizaje, que interfieren significativamente en el rendimiento escolar y en las actividades de la vida cotidiana del alumno o alumna y que no vienen determinados por una discapacidad intelectual, sensorial o motórica, por un trastorno emocional grave, ni por falta de oportunidades para el aprendizaje o por factores socioculturales. Por tanto, pueden presentarse simultáneamente pero no son el resultado de estas condiciones.


  • NECESIDADES ESPECÍFICAS DE APOYO EDUCATIVO:

 

  • ALUMNADO CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES (discapacidad o trastornos graves de conducta, trastornos graves del desarrollo o TDAH)

 

  • ALUMNADO CON DIFICULTADES DE APRENDIZAJE (Dentro de este colectivo se encuentran los alumnos y alumnas que presentan dificultades específicas de aprendizaje (dislexia, disgrafía, disortografía o discalculia), dificultades por retrasos en el lenguaje y las dificultades por capacidad intelectual límite.

 

  • ALUMNADO CON ALTAS CAPACIDADES INTELECTUALES

 

  • ALUMNADO QUE PRECISA DE ACCIONES DE CARÁCTER COMPENSATORIO (historia personal, familiar y/o social, con una escolarización irregular por períodos de hospitalización o de atención educativa domiciliaria)

 

Una vez explicado todo esto, a continuación ofrecemos los datos del informe e invitamos a todos/as ustedes a participar de forma activa en la aportación de las posibles conclusiones que puedan llegar a obtener del mismo, y si alguien logra obtener algún dato significativo sobre el número de alumnos y alumnas con dificultades específicas del aprendizaje (sea la que sea) o de cualquier otro tipo de alumnado incluido en el Cajón «desastre» de las NEAEs no dude en hacernos llegar su aportación.

 

Alumnado con dificultades de aprendizaje

El alumnado con dificultades de aprendizaje constituye el grupo más numeroso de los que presentan necesidades específicas de apoyo educativo. Constituyen en el curso 2015/16 el 34,6% del alumnado de NEAE, ascendiendo a 32.802 personas, de las que casi 20.000 son alumnos y 13.000 alumnas. La mayor parte de ellas se encuentran matriculadas en Educación Secundaria (19.109), correspondiendo el resto a Primaria (13.693).

Esta fuerte presencia se deriva, en buena medida, de las diferentes tipologías de necesidades que se incluyen bajo la denominación genérica de “dificultades de aprendizaje”, como ya se ha referido. Se entiende que tales dificultades interfieren significativamente en el rendimiento escolar cuando el alumno o alumna presenta desfase curricular -de al menos un curso en la etapa de Educación Primaria y de al menos dos cursos en Educación Secundaria– en relación con lo establecido en el Proyecto Educativo del centro y/o retrasos significativos en los procesos de lectura, escritura, cálculo, expresión o comprensión. Incluye las siguientes tipologías:

a) Dificultades específicas del aprendizaje. Dificultades significativas en la adquisición y uso de la lectura, escritura, cálculo y razonamiento matemático.

b) Dificultades de aprendizaje por retraso en el lenguaje. Alumnado que presente un desfase significativo en la aparición o desarrollo de alguno o todos los componentes del lenguaje (fonológico, morfosintáctico, semántico y pragmático), siendo éste el motivo por el que le cuesta acceder a los aprendizajes escolares, especialmente, en lo que se refiere a la expresión oral y escrita y/o la comprensión.

c) Dificultades de aprendizaje por capacidad intelectual límite: Alumnado que presenta un cociente intelectual inferior al de la población general (CI entre 70 y 80). Suele tener bajos rendimientos académicos ya que manifiesta lentitud en el aprendizaje, no usa estrategias eficaces, no optimiza la memoria operativa, ni adquiere las habilidades necesarias para llevar a cabo con éxito las diferentes tareas académicas.

d) Dificultades del aprendizaje derivadas de trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad. El alumnado que presenta trastorno por déficit de atención con hiperactividad a partir de lo establecido en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, se considera en el artículo 71.2 como un colectivo diferenciado dentro de las necesidades específicas de apoyo educativo. Con objeto de dar una respuesta lo más ajustada posible a sus necesidades educativas se establece la posibilidad de considerarlo tanto como alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo asociadas a dificultades de aprendizaje, como alumnado con necesidades educativas especiales.

A lo largo del trienio considerado, este alumnado ha continuado creciendo en número, si bien su progresión se ha frenado en términos relativos. Durante el curso 2013/14 ascendían a algo más de 12.000 personas las matriculadas en Primaria con estas características, suponiendo el 29,7% del total de alumnado con NEAE en la etapa. En el año 2015/16 ascendían a 13.693 alumnos y alumnas, si bien su participación se ha mantenido relativamente estable, ascendiendo al 30,1%. En Educación Secundaria, por el contrario, esta participación ha descendido desde el 48,3% al 45,2% entre ambas fechas, reduciéndose en casi 800 personas. En cualquier caso, el alumnado con dificultades de aprendizaje viene a representar en torno al 2% del total matriculado en Educación Primaria y el 5% del matriculado en la ESO.