Dificultades específicas en el aprendizaje

DISGRAFÍA

La disgrafía es un trastorno del aprendizaje consistente en ciertas dificultades de coordinación de los músculos de la mano y el brazo, lo que impide a los niños afectados dominar y dirigir el instrumento de escritura (lápiz, bolígrafo, rotulador…) de la forma adecuada para escribir de forma legible y ordenada. Por lo tanto, puede definirse como un trastorno específico de la que escritura que impide escribir correctamente.


Características de la disgrafía

La principal característica de la disgrafía es la inexistencia de trastorno neurológico o intelectual que sea lo suficiente importante como para justificar el trastorno. En el caso de que existiese algún problema de este tipo, entonces se trataría de algún tipo de discapacidad física o intelectual, pero no se le consideraría disgrafía. Otras de las características que definen este trastorno son:

  • Se manifiesta a través de una serie de síntomas que aparecen desde el inicio de la escolarización y van en aumento a medida que avanza la escolarización inicial.
  • Desde el inicio de la etapa escolar a los niños con disgrafía les cuesta mucho esfuerzo escribir y lo hacen más despacio que la media de la clase.
  • Se percibe en los niños una notable rigidez motora o, por el contrario, excesiva laxitud.
  • Los trazos no se mantienen uniformes, sino que varían constantemente.
  • Distinto tamaño en palabras y letras, incluso en el mismo párrafo.
  • Los movimientos para escribir suelen ser lentos, tensos y rígidos.
  • Dificultades para organizar las letras dentro de la palabra o frase.
  • Falta de control en la presión del lápiz, bolígrafo u otro instrumento de escritura.
  • Posturas incorrectas. El niño mantiene el tronco muy cerca de la mesa o se inclina en exceso.


Tipos de disgrafía

Existen dos grandes tipos de disgrafía: disgrafía motriz y disgrafía específica. Disgrafía motriz. Se trata de trastornos psicomotores. El niño o niña comprende la relación entre los sonidos escuchados y la representación gráfica de estos sonidos. Sin embargo, encuentra dificultades en la escritura como consecuencia de una motricidad deficiente. Disgrafía específica. Se muestra con una mala percepción de las formas y, en ocasiones, una desorientación espacial y temporal y trastornos del ritmo. Los problemas en la escritura de estos niños se producen por un exceso de rigidez o de impulsividad, falta de habilidad, lentitud o extrema meticulosidad.


Consecuencias para el aprendizaje

Como ocurre con la lectura, la escritura es una competencia básica, por lo que, al no poder realizarla correctamente, estos niños pueden sufrir un descenso significativo en el ritmo de aprendizaje respecto a la media de la clase. Además, su capacidad de comunicación con los profesores y de resolución de los ejercicios y actividades académicas diarias queda seriamente mermada al no poder expresarse adecuadamente a nivel escrito.

Por otro lado, el niño se fatiga mucho más que el resto de la clase, puesto que escribir supone un gran sobre esfuerzo para él. lo que le conduce a falta de atención e imposibilidad de seguir el ritmo escolar. El cansancio y la frustración por no poder controlar el tamaño de las letras, algo que resulta muy sencillo para la mayoría de sus compañeros, suele provocar en el niño una consecuencia aún más negativa: frustración por no poder seguir los requerimientos de la clase en el ámbito de la escritura que puede desembocar en un creciente desinterés y rechazo por los estudios.


Tratamiento en el aula

Para corregir la disgrafía no es conveniente hacer que el alumno practique mucho la escritura, sino que el tratamiento ha de ir enfocado a que el niño vaya venciendo progresivamente las dificultades que le impiden una buena escritura. Se pueden realizar actividades amenas e incluso lúdicas, con el fin de recuperar la coordinación global y manual y corregir las posturas corporales y los movimientos de manos y dedos. Con una detección temprana y la intervención adecuada de maestros y especialistas, con el apoyo de las familias, los niños con este problema suelen superar sus dificultades de forma progresiva hasta conseguir un estilo de escritura totalmente normal.

Fuente: Universidad Internacional de Valencia


DISCALCULIA

La discalculia es un trastorno del aprendizaje que se caracteriza por una baja capacidad del procesamiento numérico y el cálculo.


Consecuencias para el aprendizaje

Como consecuencia en la escula se obtiene un bajo rendimiento en matemáticas mientras que en el resto de las materias suele ser normal aunque no se excluye de ir acompañada de otras dificultades como la dislexia o la falta de atención (TDA/H)


Tratamiento en el aula

Hoy en día podemos asegurar que existen programas específicos de reeducación personalizado para cada caso en concreto con el que se obtiene un resultados aceptables.

Más info discalculia.es


DISORTOGRAFÍA

Concierne a las perturbaciones de la utilización escrita de la lengua. Frecuentemente va unida a los retrasos del lenguaje oral , como sintomatología de una silesia no apreciada, resultante de una aprendizaje defectuoso o de un medio cultural desfavorable, como falta de atención o de lectura comprensiva.

Hay cuatro tipos de faltas de ortografía:

  1. Las fallas referidas a la transcripción puramente fonéticas de la formación del lenguaje hablado.
  2. Las faltas de uso que varían según la complejidad ortográfica de la lengua, cuando las palabras se sobrecargan de letras no pronunciadas.
  3. Las faltas de gramática.
  4. Las faltas referidas o palabras homófonas.

Entre los principales factores causales de las dificultades de ortografía encontramos:

  • Hábitos defectuosos de estudio (muchos niños proceden de manera poco afectiva al estudiar palabras de ortografía dudosa, debido a la enseñanza inadecuada de esta materia y de la composición escrita).
  • Falta de interés y actitudes favorables.
  • Limitaciones en conocimientos básicos sobre la fonética y estructura de la palabra.
  • Lenguaje deficiente, especialmente anomalías de pronunciación.
  • Escritura lenta e ilegible.
  • Defectos visuales.
  • Discriminación auditiva insuficiente.
  • Bajo rendimiento intelectual.


Detección

Las producciones escritas delatarán los errores cometidos por el niño, y para no confundirlo con un error de escritura, el docente deberá tener claro que se manifiesta como una particular dificultad para la expresión lingüística gráfica, conforme a las reglas del idioma.

Es importante detectar, que clase de disortografía es, para luego articular el tratamiento adecuado.

  • observar si se trata de mala ortografía que afecta la articulación del lenguaje. Son niños inteligentes que cometen faltas corrientes y sintácticas, que desconocen en mayor o menor grado la estructura gramatical de la lengua.
  • niños que desfiguran la lengua, que parecen no haber aún automatizado la adquisición de la ortografía.
  • cuadro disortográfico de niños con bajo nivel intelectual, concomitante a retraso en la lecto-escritura.

El maestro deberá detectar el origen de las dificultades a fin de orientar correctamente al niño ( y a los padres); en el caso, por ejemplo de hallar deficiencias visuales o auditivas, que por diversos motivos no hayan sido detectadas antes del ingreso a la escuela, para realizar la consulta a especialista. A veces faltas que se arrastran durante años pueden ser corregidas a tiempo y con un buen tratamiento.


Diagnóstico

Tendrá paso luego de realizar la corrección minuciosa de las producciones escritas del niño y confeccionar el registro de errores ortográficos para individualizarlos.

Para diagnosticar, las técnicas son:

  • Dictado
  • Copia fiel de un texto
  • Copia de un texto con otro tipo de letra ( pasar de imprenta a cursiva)
  • Elaborar redacciones libres

Estos materiales se pueden usar en reiteradas oportunidades para luego corregir y realizar la clasificación de errores.


Tratamiento

Para enseñar la ortografía, el maestro deberá tener en cuenta:

  • Que el aprendizaje ortográfico es un proceso que requiere una dirección hábil y experta, porque los alumnos aprenden con distinto ritmo y de manera diferente, los métodos deben adaptarse a la variedad.
  • Que debe ayudar a cada niño a descubrir métodos que faciliten la fijación y evocación de la forma correcta de escribir las palabras.
  • Que la corrección debe adaptarse a las necesidades de cada niño y a las características de las faltas.
  • Que para asegurar la retención son necesarios los periodos de practica y ejercitación

Los principales objetivos de la enseñanza de la ortografía son:

  • Facilitar al niño el aprendizaje de la escritura correcta de una palabra de valor y utilidad social.
  • Proporcionar métodos y técnicas para el estudio de nuevas palabras.
  • Habituar al niño al uso del diccionario.
  • Desarrollar una conciencia ortográfica, es decir, el deseo de escribir correctamente y el habito de revisar sus producciones escritas.
  • Ampliar y enriquecer su vocabulario gráfico.

Fuente: psicoPedagogía.com