Son libros, documentos administrativos y legales, textos informativos, páginas web… que siguen las directrices Internacionales de la IFLA (International Federation of Library Associations and Institutions) y de Inclusion Europe en cuanto al lenguaje, el contenido y la forma. La ALF revisa los materiales de Lectura Fácil y los valida con el logo LF.
¿A quién se dirige?
La Lectura Fácil se dirige a todas las personas, en especial a aquellas que tienen dificultades lectoras transitorias (inmigración, incorporación tardía a la lectura, escolarización deficiente…) o permanentes (trastornos del aprendizaje, diversidad funcional, senilidad…).
¿Por qué es necesaria la LF?
Porque el acceso a la lectura y a la información es un derecho y una necesidad social. Porque leer es un placer que permite compartir ideas, pensamientos y experiencias. Porque muchos textos tienen un exceso de tecnicismos, una sintaxis compleja y una presentación poco clara. Porque más del 30% de la población tiene dificultades lectoras.
El derecho a acceder a una información en formato Lectura Fácil está reconocido por la Ley de accesibilidad aprobada por el Parlament de Catalunya en 2014.